MIRANDA

Miranda
El otro día estaba viendo a los MIRANDA cantar en lo de Mirtha Legrand. Estaban vestidos con ropas extravagantes sobre un miniescenario armado en la puerta del Hotel en donde se realizan los almuerzos, ese mismo en donde los botones tiene capa y galera. Los tipos no hacían playback, le daban en serio. Detrás de las vallas había un montón de gente bailando enloquecida. Recuerdo que pasó un colectivo y que se quedó parado a propósito para que la gente que desbordaba por las ventanillas pudiera sacar fotos. Todas esas personas se veían muy felices. Al ver a los MIRANDA, saltando y bailando al ritmo de su divertidísimo electropop, pienso en muchos que cuando éramos chicos nos poníamos a cantar en la pieza mirándonos en el espejo y usando de pie de micrófono un escobillón. Por mi parte me recuerdo haciendo los gestos más burdos y disparatados. Creo que una porción el éxito de MIRANDA se debe a que el niño que muchos tenemos adentro, ese que dentro nuestro siempre será una personita desprejuiciada, se siente no sólo reflejado sino también potenciado al cubo. Y ya que hablo de esto, ¿cómo se llamaba aquél programa? ¿todo por 2 pesos?