FIN DE AÑO

Es el último día del año. Así de sencillo y contundente como suena. Es un día especial que recién comienza a vivirse cerca de la medianoche. Para algunos es un día más, para otros un reset y para otros un broche de oro. Un año es mucho tiempo, demasiado tiempo como para que sólo pasen cosas buenas, es como escuhar HONESTIDAD BRUTAL o EL SALMÓN de ANDRÉS CALAMARO, es decir, son demasiadas canciones como para que te gusten todas, tampoco te gustan todas las páginas de un libro, y seguro que de las que más te llamaron la atención hay algunas que brillan más que otras. Y ya que está rematemos todo esto con una verdad de esas que no se discuten: la perfección aburre. El asunto es que a veces te pasan más cosas buenas que malas y de repente son estas últimas las que sobresalen, y si te pasan demasiadas cosas malas lo poco bueno que haya sucedido es algo así como un premio consuelo. OK, también se pueden poner cosas en una balanza imaginaria y todo eso, son distintas maneras de hacer balances -aunque la verdad es que balances, lo que se dice balances, sólo lo hacen los directorios de las empresas-, pero para la mayoría ( poco proclive a los recuentos) a veces un año malo o mediocre puede llegar a ser muy bueno si se termina rodeado de mucha gente, con una buena comilona y una espectacular borrachera coronada con un show de petardos y fuegos artificiales. En lo personal debo decir este año me ha deparado muchas cosas buenas; ok, siempre queda algo que no se pudo lograr pero eso es otro tema, tener un hijo y que haya nacido sano se sobrepone a todo lo demás que te haya podido pasar, sea bueno o sea malo. Así que vayan mis saludos a todos los que alguna vez pasaron por este blog y a los que no (que seguramente nunca se enterarán de este saludo), a todas las personas que son parte de mi día a día y a las que alguna vez lo fueron, y a todas las demás. Desde esta humilde bitácora virtual corro las cortinas y hecho a volar mi deseo de que todos sigan en el buen camino de hacer de su vida algo más importante que un simple día día. 

MUY FELIZ 2009 PARA TODOS!!!!!

El sicofante.

EL CREADOR EN LA OSCURIDAD

Por estos días estoy leyendo “El escritor y sus fantasmas” de Ernesto Sábato y me topé con una idea un tanto alentadora para momentos de crisis creativa debido a lo que el gran escritor llama “ciertas manías puristas que tienen que ver con la originalidad”. En este libro Sábato afirma (y estoy totalmente de acuerdo) que “No existe una originalidad absoluta. Ni en el arte ni en nada. Todo se construye sobre lo anterior, y en nada humano es posible buscar la pureza”. Es una idea que más allá de ser cierta, ayuda bastante tenerla presente en momentos en los que se siente que lo que se está creando no es muy inspirado ni original. En ese momento la cuestión es que hay que seguir, una y otra vez, día tras día, para abonar el campo y las posibilidades de que ocurra el accidente, es decir, el suceso eventual que alterará el orden de las cosas y nos desviará hacia un rumbo nuevo y tal vez mucho más original e interesante. En fin: hay que seguir sin preocuparse por la originalidad y así dar paso a que esta surja por sí sola. Y no olvidar nunca la máxima de que “todo se construye sobre lo anterior” y de paso, (aquí se me cuela la ironía de manera inevitable) saber que hoy en día plagiar es homenajear y saber que la astucia se valora más que la originalidad. Quizá sea consecuencia de que ha corrido demasiada agua bajo el puente y que debido a eso “ser original” después de miles de años de desarrollo y de miles de creadores que nos han precedido, ser original, decía, sea algo cada vez más difícil por no decir imposible. 

EL MÁS ALLÁ DE ESTE MÁS ACÁ

¿Alguna vez te preguntaste qué había más allá de la parada del colectivo en la que te bajás? ¿Te preguntaste cómo serían las casas, las calles y la gente? ¿Te pusiste a imaginar tan siquiera los centros comerciales? Y si lo hiciste ¿Cómo te los imaginaste? ¿Como lugares excitantes o todo lo contrario? ¿Osaste alguna vez bajarte aunque sea dos paradas más allá? ¿Te animarías a ir hasta el final del recorrido? Y si no te animás ¿Te vas a atrever a pedirle a los choferes que te cuenten cómo es? ¿Puede un chofer de colectivo contarte cómo es el lugar en donde todo termina? ¿Qué es mejor? ¿Ir a por ello y saciar la curiosidad o guardarlo eternamente con su halo de brillo misterioso en algún rincón de la cabeza? ¿Cómo saber qué es mejor? La disyuntiva: permanecer o ir más allá. Igual, lo más probable, hayas o no hayas saciado tu apetito, es que vuelvas. Si es así, estaría bueno que nos lo cuentes y te paguemos por ello.

STOP AND SEE

“Cuando yo lo conocí él era uno de esos hombres que han decidido que ya lo intentaron, que no quieren ir más allá, que van a tratar de quedarse donde están todo lo que puedan o lo dejen…”
Una definición exquisita acerca de los tipos acabados que encontré en el libro VALFIERNO de Martín Caparrós. A veces me siento así, otras veo así a los demás. Hay muchos de esos tipos. No quiero hacer más lío, mejor me quedo acá que estoy bien. Mejor así que la decadencia absoluta. Pasó mi momento. Es tiempo de otra cosa...

VIVA LA SINCERIDAD

Si hay una canción que me gusta mucho esa es STRONG ENOUGH de Sheryl Crow. Frases como “hoy me siento como el infierno, por favor esta noche dejame sola” o “¿Sos lo suficientemente fuerte para ser mi hombre?” me matan porque son toda una demostración de sinceridad femenina. Sí, me encantan las canciones en las que las minas reconocen que son jodidas, me encantan…

MAS DE 30 AÑOS DESPUÉS

Sino cambiás tu manera de pensar antes de los 30 años no la cambiás más. Lo escuché una vez de la boca de uno de los pocos periodistas a los que le creo lo que dicen: Román Lejtman. No es que lo tenía enfrente mío cuando lo dijo sino que se lo escuché decir por la radio y me quedó grabada como cualquiera de esas cosas que sabés que van a estar en tu cabeza por siempre. Pero, ¿a qué viene todo esto? No sé, supongo que me surge cuando veo el comportamiento que tienen algunas personas. Hay gente que no se cansa de caer siempre en el vicio y de cometer los mismos errores. Coquetean con los límites, tienen esas épocas en que no, pero tarde o temprano vuelven a lo suyo. Algunos dicen que son como los gatos porque siempre caen parados. Desde que escuché la frase de Román, digamos que lo tomé como un parámetro que me simplificó mucho las cosas en el difícil arte del trato con las personas. En los que tienen menos de 30, a veces tengo, como se suele decir habitualmente, un hilo de esperanza, muy endeble por cierto, pero lo tengo. En cambio con los otros, los que ya pasan de 30, ya sé a qué atenerme y eso me evita muchos enojos y fricciones que no tienen sentido y que a veces hasta te amargan el día. Para terminar: ¿Qué hay de mí que ya tengo 34? Puff! Estoy más duro, más frío, más golpeado. Y la verdad, en vez de pensar en cambiar las cosas que no me gustan de mí, las acepto y hasta me defiendo afirmando que lo que los demás consideran mis defectos son cosas que ya están en mí y que no van a cambiar. Lo resumo en una frase: Yo soy así. Punto y aparte. A otra cosa.