Hace mucho que no escuchaba el disco COMBAT ROCK de los CLASH. Demasiado tiempo en verdad. De hecho no me parece un gran disco, pero hoy lo iba escuchando en el auto y la pasé muy bien con varios de sus temas. Pero bueno, no era de esto de lo que quería hablar, sólo me interesaba exponer algunas cosas que me quedaron colgando con el hecho de la muerte del artista que no voy a nombrar porque si leyeron el post anterior ya saben a quién me refiero. Incluso hubiera sido más fácil nombrarlo que poner todo esto. Pero bueno, uno ve una puerta abierta y se manda a ver qué hay, aunque en este caso no salió gran cosa. Lo cierto es que ya entrada la madrugada del aquel día en el que falleció el artista, cuando la familia se fue a dormir puse Crónica TV, canal por el que no paraban de desfilar imágenes de la vida de este gran astro, y lo dejé de fondo mientras me dedicaba a mis actividades literarias. Me llamó la atención un fragmento que mostraba a las "nenas" haciendo fila para entrar a la mansión del astro para saludarlo por su cumpleaños. A una de ellas, luego de haber vivido tan intenso momento, la cronista le preguntó: ¿Y? ¿Cómo es adentro? Interesante. No le preguntó lo acostumbrado. ¿Cómo es? ¿Qué te dijo? ¿Qué le dijiste?. No. El asunto es saber cómo es el interior de la casa del señor Roberto Sanchez, qué hay detrás de esos muros. Es sólo una casa, quizá no muy diferente de muchas que hay en los countries. Quizá lo sepamos si avanza esa idea que circuló por algunos canales, de querer convertir la casa de Banfield en nuestra Graceland Local. Pero bueno, la señora sólo entró al pequeño recibidor, con paredes blancas. Sólo nos dijo eso. Nos dio un pequeño trozo del misterio, ese que nace por el sólo hecho de no querer hacer que la gente entre a tu casa.
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