Thursday, January 28, 2010

PIQUETES Y PIQUETES


¿Qué es lo primero que piensa uno cuando absolutamente desinformado sale de su casa, sube al auto, y pone marcha en dirección a su trabajo de todos los días escuchando temas viejos de Roy Orbinson y de repente se encuentra en un tremendo embotellamiento provocado por un piquete de personas que con motivo de reclamar no se qué cosa se arrogó el derecho de cortar la avenida General Paz? Y ahí se produce el fenómeno gutural, ahí mismo, cuando el lenguaje soez que cada uno lleva dentro de sí toma el control de la lengua para descargar una andanada de expresiones: “¿Por qué no se hacen un piquete en el orto? ¿Por qué carajo no van a hacer piquetes a la casa de gobierno? ¿Qué tengo que ver yo con esto? Con este calor, ¿no tienen una mierda qué hacer?” y así sucesivamente hasta desembocar en expresiones seudo fascistas del tipo “acá hace falta mano dura, esto es una joda, traigan el hidrante y tírenles aguita azul” y ni hablar de las expresiones un tanto racistas… Y no se trata de que por decir o pensar esto a uno le hagan un juicio por expresiones de lesa humanidad. Se trata de algo que sirve para sacarse la bronca que genera el hecho de comerse un garrón injustificado. Porque cortar rutas y accesos (además de violar el derecho a la libre circulación) llama mucho más la atención de los medios, y ahí estamos saliendo en la tele y mañana seguro que aparezco en el diario. Quizá ir a reclamar a casa de gobierno sólo les proporcione un recuadrito insignificante. Después de todo, ¿no es acaso lo más normal del mundo ir a hacer quilombo a la Plaza De Mayo? Pero el asunto que jode, es esta tendencia muy del 2001 para acá, de que cualquier cosa es válida para cortar rutas. Se acabó la polenta, a cortar la ruta. Se voló una chapa, a cortar la ruta. Hace calor, a cortar la ruta. Injusticia social en Agfanistán, a cortar la ruta. Racing club presenta quiebra, a cortar la ruta y así hasta cosas un poco más serias como Botnia y del tipo queremos planes NO TRABAJAR y ARGENTINA NO TRABAJA, o algo por el estilo (creo que sin el adverbio de  negación). Quizá la gente que hace eso debe paladear el poder de decidir si nos quieren cagar el día o no, al igual que las barreras de los trenes o los paros de choferes de larga distancia en semana santa. Y así estamos. Me parece bueno que reclames, pero ¿Yo qué culpa tengo? Nunca fue agradable ser la feta del sándwich, ni rehenes de una negociación. Y encima estas cosas hacen que uno, muy de a poco, le empiece a dar bolilla a ese hombrecito un tanto fascista y discriminador que llevamos dentro, sin siquiera tener intenciones de ser fascista y discriminador. Es lo mismo que pasa con el sarcasmo y la ironía, ese mismo que usás como válvula de escape para reírte un poco y evitar explotar. Y luego de un tiempo te das cuenta de que te convertiste en uno de esos tipos sarcásticos e irónicos con los que ni siquiera se puede hablar un poco en serio. Y andá a saber en que se va a transformar esto. Tal vez en nada. O tal vez un día las formas de protestar cambien al igual que las modas y se conviertan en otra cosa más creativa y menos perjudicial para la gente que sólo quiere llevar su vida sin que le rompan las pelotas. Incluso esas formas podrían llegar a ser tan buenas, que podría llegar a pasar que los propios tipos se bajen del auto, aplaudan un poco, y luego vuelvan a irse. Eso sí, luego de haber dejado un par de monedas en la lata, claro está.   




2 comments:

Nico said...

Y de los carnavales que cortaron Juan B Justo nadie se queja....

Unknown said...

jajaja!!!!!! No sabes lo que putiñe el otro sabado cuando cortaron av Corrientes!!!

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