Por estos días me enganché mucho con el tema de buscar en la web mis series favoritas y bajarlas a la compu para posterior grabación en un DVD y guardarla en la videoteca personal que todo cibernauta sensible se va armando con el correr de los días. Una de ellas es LOS AÑOS MARAVILLOSOS (The wonder years en el inglés original) una serie que por acá se llegó a conocer también como LOS AÑOS FELICES o KEVIN, CRECIENDO CON AMOR. Es una serie que en mis años adolescentes me enganchaba mucho, sobre todo por el recurso de la voz en OFF que iba relatando las desventuras de un chico de 13 años en los Estados Unidos de finales de los 60. Creo que es una serie que aporta mucho en el aspecto de reveer un poco la cosas que le pasaban a uno mismo a esa edad, sobre todo en lo concerniente a la escuela secundaria, la relación con la familia y los amigos, el despertar sexual y el drástico cambio que experimentamos en los gustos. Demás está decir que su banda sonora es una selección muy buena de la música folk de aquellos años. Ya desde los títulos lo tenemos a Joe Cocker con su versión del clásico Beatle "A LITTLE HELP FROM MY FRIENDS" y además Bob Dylan, Mamas and the Papas, Jimy Hendrix, The Who, Simon & Garfunkel, The Doors, etc... A los que les interese les digo que en el sitio vagos.es, previo registro, pueden encontrarla completa y con bastante buena calidad, pese a que son capítulos grabados de la tele y que alguna vez estuvieron en cinta de video. Es todo por hoy. Saludos.
IDEAS - CRITICAS DE BUENA LECHE - DELIRIOS Y OTRAS YERBAS NO TÓXICAS (TODO DENTRO DE UN MARCO LITERARIO)
Wednesday, July 30, 2008
Tuesday, July 29, 2008
¿QUIÉN? ¿QUÉ?
Me siento frente a la compu y me pongo a pensar: tengo que escribir algo. ¿Algo como qué? Por ejemplo: qué te pasa por estos días, qué actividad estás desarrollando y todo eso. ¿Y por qué hablar de vos? ¿Por qué no hablar de otras cosas? ¿Cosas como qué? Bueno, el mundo gira todos los días y ocurren cosas, de las lindas y de las otras, esa especie de conglomerado absurdo, tan dinámico y cambiante, que a veces es un gris en donde confluyen todos los colores cuando tienen sueño. No me digas, ¿los colores tiene sueño? Podría ser un tema interesante: hacer una lista de colores que según tu percepción y tu punto de vista son colores que tienen sueño. Okay (¿se escribe así, no?). Lo del color negro es muy obvio, lo relacionas con la oscuridad, que a su vez es lo que ocurre cuando apagás el velador y te entregas a lo que se llama "los brazos de Morfeo" (poesía anticuada a la vista). Pero qué otros podrían ser... ¿Qué pensaría un emo de todo esto? No te rías, che, no seas así. El fucsia, el azul marino, el azul bien azul, el celeste... ¿el celeste? Sí, puede ser, transmite algo así como un sueño tipo cielo con nubes y todo eso que se usa en las propagandas de los colchones...
Estoy sentado frente a la compu y me pongo a pensar: ya escribí algo que ni siquiera tiene un final absurdo.
¿Quién va a leerlo?
¿A quién le importa?
¿importa?
A veces pienso en todo esto como si fuera la crónica de un tornillo oxidado perdido en un tarro de mayonesa con muchos otros tornillos esperando a que alguien les desenrosque la tapa y los ventile un poco.
Thursday, July 24, 2008
La vida de un Emo
Por estos días me divierte mucho el sketch (que palabra un tanto anticuada no?) de Diego Capussoto titulado LA VIDA DE UN EMO, es muy divertido y a la vez creo que un poco dentro del absurdo nos va marcando que más allá de que sean pequeñeces la vida está llena de elecciones a cada tramo, en cada segundo y en cada momento, algunas son determinantes, otras no tanto, pero lo loco es que tal vez somos hijos de una generación que no tenía gran cosa que elegir y al final hoy hay tanto que a la vez eso puede llevar a la angustia. Al final creo que en el fondo de nuestro código genético no hay p..... que nos venga bien. Cuando lo tengo no lo quiero, pero cuando no lo tengo me falta por más que cuando lo tuve no le prestaba tanta atención. Más allá de todo queridos bloggers creo que hay aunque más no sea un pequeño EMO dentro de nosotros, pero eso sí, muy pequeñito, por suerte...
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