CRÍTICAS:RADIOHEAD EN ARGENTINA

Hay shows que sencillamente no se pueden olvidar. Y uno de ellos seguramente será el que brindó Radiohead en el club ciudad de Buenos Aires en su primera visita a nuestro país. Una experiencia que muy pocos podremos borrar de nuestras mentes. Un viaje de aquellos. Sonido arrollador, impecable puesta en escena con tubos fluorecentes colgando del techo, una entrega total y comprometida con la música, cámaras efectuando un seguimiento estático de cada uno de los músicos muy similar a los paneos que se hacen en los circuitos cerrados de seguridad, tres pantallas de vídeo, más de 2 horas 20 de show, una extraordinaria lista de temas... En fin, lo de Radiohead fue un trip, una explosión de energía, un montón de flashes apuntando a tu cabeza para que vivas un momento inolvidable. Impecable la voz de Thom Yorke, sobre todo en canciones como ALL I NEED y MY VIDEOTAPE (ambas incluidas en su última producción IN RAINBOWS), impresionante lo de Jhonny Grenwood disparando sonidos increíbles desde su guitarra, ni hablar de la base que hacen el trípode formado por Colin Greenwood (bajo), Ed O'Brien (segunda guitarra) y Phil Selway (bateria). Los climas que crearon canciones como KARMA POLICE, NO SURPRISES, FADE OUT o PARANOID ANDROID con la gente coreandolos casi a la perfección son una de esas cosas que merecen vivirse. Incluso en el final, y a modo de sorpresa, la banda arrancó con la canción que la mayoría deseaba escuchar pero que a su vez no esperaba escuchar. Cuando sonaron los primeros acordes de su hit más exitoso (CREEP), ese mismo que está incluido en su primer album (PABLO HONEY) y que los hizo conocidos en todo el planeta, ese mismo que no tocaban desde hace años, la gente deliró y coreo como nunca. La noche estaba completa, no había nada que reprocharles, verlos en vivo valió la pena.