NADA NUEVO (CARTA ENVIADA A LA REVISTA ROLLING STONE EN DICIEMBRE PASADO)

Hola, acá les dejo el texto de una carta que envié a la susodicha revista luego de leer el anuario del año 2011. La carta no fue publicada, pero me interesa que la lean. Si quieren llamenlé "acto narcisista", pero es mi visión de la escena rockera Nacional. Saludos!!

Hola, tengo 37 años y uno de los rituales que cumplo cada diciembre es ir al kiosco y comprar el anuario Rolling Stone. Obvio que este 2011 no podía ser la excepción. Y luego de leerlo, me puse a mirar cada una de las 12 tapas del año y llegué a una conclusión: no hay nada nuevo. Bueno, puede que lo haya, pero así y todo no tiene la fuerza como para llegar a ser tapa de Rolling Stone. Entonces la nota de tapa tiene que ser la aparición de un reportaje inédito a Lennon, o un rewind sobre los Clash, el fuego sagrado de Bob Dylan, los 20 años de Pearl Jam o un top ten elegido por 50 artistas populares. Y en el medio los Chilli Peppers, los Maiden, Babasónicos o Wallace, gente con mas de 20 años de trayectoria. Creo que a ustedes les debe pasar seguido eso de mirarse y preguntarse ¿A quién ponemos en la tapa? Y eso un poco es un síntoma de lo que está pasando en esta alicaída escena nacional tan llena de bandas y movidas que laburan todo a pulmón y al final terminan dándose un porrazo contra las puertas de un cielo musical que aunque parezca más amplio cada vez es más chico. Y además toda esta cosa de bajar música gratis… entonces las bandas tienen que grabar un CD más que nada para obsequiar y hacer acto de presencia en el ambiente. Es más, creo que un CD hoy en día podría ser tranquilamente como el almanaque que te obsequia la panadería a fin de año o un imán publicitario en la puerta de la heladera. Y después los grandes concursos: ¿conocen alguna banda de rock que se haya hecho masiva gracias a que ganó un concurso como el que hace poco patrocinó YPF?

Cri Cri.

Este año sólo se puede destacar la popularidad de Dread Mar I. Bien por él, pero es sólo reggae romántico… En la editorial ponen algo que define muy bien la cosa: La atención se repartió entre los nuevos lanzamientos de artistas con dos décadas de trayectoria y bandas en erupción con propuestas no del todo novedosas. ¿Y cuál es la novedad? ¿Acaso existe pero no hay contexto como para que surja? Es curioso. Las bandas tienen muchos más lugares para mostrar lo que hacen incluso la mía, pero a la vez es más difícil sonar en la radio. Sólo podés aspirar a tocar para unas 30 personas con suerte una vez por mes. La sensación que me queda es que el rock en sí va camino a ser una música de sótanos cool como el jazz. El tema es largo pero quiero hacerla corta. Me gustaría que en el 2012 hayas tapas con gente nueva, que a su vez marque un camino de renovación necesaria para sacudirnos este óxido de constante rewind y no darle tanta bola a los 20 años de Achtung Baby o los 20 años de Nevermind o los 40 años de un disco de Zeppelin o la reedición de Some girls. Parafraseando a Fabio Alberti ¿Qué nos pasa con el rock nacional? 

LA LEY SOPA Y LA MADRE QUE LOS PARIÓ

Hace no mucho tiempo conversaba con un amigo acerca de esto de descargar música compulsivamente. En mi opinión bajar discos de esa manera ya no tenía mucho sentido dado que uno jamás llega a escuchar todo lo que baja ni tiene el tiempo suficiente para hacerlo. Mi amigo estaba de acuerdo con este punto de vista pero también me dijo que hay que bajar y guardar porque algún día se iba a acabar la fiesta. Es en lo primero que pensé cuando me enteré de la famosa ley SOPA y del tan mediático cierre de Megaupload.  ¿Se viene el final de la internet tal cual la conocemos? Puede que sí. Pero remontémonos un par de décadas atrás…

Para escuchar la canción que te gustaba tenías dos opciones directas: comprar el disco o esperar a que la pasen por la radio, o a lo sumo, esperar a que alguien comprara el disco y tuviera la amabilidad de prestártelo.  

Después llegaron los grabadores con radio.

Es decir, también podías comprar el casete o grabarla de la radio.

Después llegaron los minicomponentes doble casetera con copiado rápido, lo cual expandió el imperio de TDK por sobre todas las otras marcas de cintas vírgenes.

Al poco tiempo aparecieron los denominados “centros musicales”. Bandeja giradiscos, doble casetera y radio. Podías grabar tanto de discos, como casetes o de la radio misma, y además con un mejor sonido.

Observemos como de a poco te estaban dando la posibilidad de comprar cada vez menos copias originales. Pensemos que en Argentina el simple 45 rpm con la canción LA BALSA en el año 1967 vendió ¡¡¡1.000.000 de copias!!!

Después llegaron los CDs y borraron del mapa a los vinilos y a los casetes, aunque a estos les dieron un poco más de tiempo. El casete grabado de CD garpaba bastante. Además la diferencia de costo entre un casete y un CD original era irrelevante. Chau casete.

 Y entonces aparecieron internet, y las grabadoras de CD para PC, y por fin los MP3 y ya nada volvió a ser igual.

Napster, E-mule, Ares…

Antes te comprabas un casete y a lo sumo se lo podías pasar a 10 personas. Ahora te comprás un CD, lo convertís a MP3 y lo compartís con todo el planeta al mismo tiempo que todo el planeta comparte música con vos.

Maravilloso!!!

Y además se abarataron los costos de internet, las PC y las grabadoras de CD. (Más armas para la revolución)

En la Argentina post 2001 un CD virgen costaba $1, una copia pirata de un álbum $5 y un CD original $35. ¿Ni hay que pensarlo no? Decir que Steve Jobs creó la tienda I-Tunes porque sino…

Pasa que grabar un disco no es moco de pavo.  Hay todo un laburo de composición, producción, grabación, masterización, diseño de tapa, etc… meses y a veces años de arduo trabajo.  Y quizá para que la gente lo baje sin costo alguno y lo escuche una vez y se ponga a escuchar otra cosa que bajó también sin costo.

Es lógico que un artista quiera percibir dinero por su trabajo. Pero muchas veces los sellos discográficos estafaban a los artistas mediante contratos leoninos. Está bien, los tipos ponen la plata para que el Disco se grabe y se distribuya, son inversores, pero a no ser que toques en U2 o seas parte de Metallica, no es mucho lo que entrará en tu bolsillo por regalías.

Hoy todo eso es peor porque los CDs originales se venden cada vez menos y casi no quedan lugares donde comprarlos. Cerró Tower Records y a Musimundo se lo fagocitó Megatone. Pero la cosa es que nos dieron las herramientas  y nosotros dinamitamos los cimientos. Algo así como la navaja al mono. Es como con muchas cosas. Se liberan los molinetes y la gente se desespera porque entiende que en algún momento se va acabar.  Y ahora que nos acostumbramos mal puede que el SOPA nos corte los víveres.  Se supone que no voy a poder compartir música con nadie. Puede que volvamos a fojas cero hasta que alguien invente algo para burlar la vigilancia y todo empiece de nuevo. Incluso con la ley SOPA me da la sensación de que por más que protestemos al final la van a imponer. Quizá consigamos que sea un poco menos drástica pero la verdad es que cuando estos tipos quieren imponer algo cuesta mucho pararlos. Es más, imaginando el mapa puede que nos cueste mucho al principio pero al final uno se acostumbra a todo. Mientras tanto, millones de personas en el mundo siguen armando su cueva de Alí Babá en una PC o en un rígido portátil o en cartucheras con cientos de CDs y DVDs. Una cueva con música, libros y películas. Una cueva de arte. A bajar y guardar bien. Ya lo decía mi bisabuela: “aprovechá que no te verás en otra”.  A veces me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera tanta diferencia económica entre un CD original y una copia…

 Pero la historia vuela…

Hace unas horas se conoció la noticia de que el creador de la Ley SOPA, Lanar Smith, retiró la iniciativa del congreso de los Estados Unidos hasta que se llegue a un acuerdo.

¿Cómo se llamaba aquella canción de Faith No More?

Ah…  Sí… “Una pequeña victoria”…

les dejo un enlace a un video para que vean de qué se trata.


LEY SOPA



A QUIEN SE DE POR ALUDIDO

Hay personas que se la pasan cuestionando el presente. Sea la época que sea, no importa.  Un poco como pasa con la actualidad de este país. Esta gente señala las cosas que están mal pero sin tener en cuenta que es lógico que cada gestión tenga sus grietas y un lugar donde meter el dedo y escarbar. Y esta gente en vez de disfrutar el lado bueno del presente se la pasa buscando esas grietas… Pero el asunto pasa por otro lado ¿Y si este fuera nuestro mejor momento? ¿Y si después de esto lo que viene es una curva descendente? ¿Qué diremos en ese futuro un tanto hosco? ¿Algo del tipo “antes estábamos mejor” o “antes esto no pasaba”? Más allá de todo lo criticable ¿Por qué no pensar que este presente más allá de sus problemas es mucho mejor que cualquier otro que hayamos vivido anteriormente y disfrutarlo? ¿Por qué sólo ceñirse a criticar? ¿La presidente por momentos te parece arrogante? ¿Su personalidad no te cierra? ¿Y eso que tiene que ver? ¿Acaso vivís con ella? ¿Te da órdenes? ¿Tenés que soportarla cuando está de mal humor? ¿Nunca te pusiste a pensar que tanto tu libro favorito o tu Film preferido no son perfectos? ¿Te molesta esa falta de perfección? ¿O la pasás por alto y disfrutás de sus puntos fuertes? ¿Se construye mejor desde la crítica acérrima o desde el optimismo?

“El futuro ya llegó hace rato” cantaba el Indio Solari a fines de los 80, “todo un palo, ya lo vés”. ¿Y hoy cómo sería? ¿Medio palo? En lo personal no creo que el Indio Solari siga pensando lo mismo. Quizá deberíamos dejar de soñar futuros perfectos y empezar a soñar futuros reales, con sus beneficios y contraindicaciones. No olvidemos que cuando se inventaron los aviones también se inventaron las catástrofes aéreas, y así y todo, es mucho más la cantidad de gente que llega a destino que la que perece en uno de estos accidentes tan terribles.  Una cosa es criticar de mala leche porque sí, porque no tenés piel con los que gobiernan, y otra criticar de un modo objetivo. A mí también me jode el clientelismo, esa cosa de dar pescado en vez de cañas de pescar. Me jode la corrupción, los impuestos distorsivos, la inseguridad y tantas otras cosas como la pésima justicia que siempre tuvimos. Pero también me jode la gente que dice “tenemos que volver a…”  “hay que volver a…” ¿Adónde querés volver flaco? El mundo, el tiempo, la historia en sí, van para adelante. Puede llegar a haber algún que otro revival nostálgico, pero por lo general va para adelante. Y las cosas quedan atrás, a veces y por suerte, con mucha rapidez.

Yo no quiero volver.

Yo quiero conectar y mirar para adelante.

Me gusta el presente y no quiero volver a nada. Quiero mejorar mañana. No quiero que mi hijo vuelva a ser un bebé sino que siga con su curso natural de crecimiento. Hay muchas cosas del presente que no me gustan. Pero antes había muchas más.

Lo que quiero decir es que no hay que menospreciar este presente porque sí, por costumbre, sin siquiera explicarse o aclararse las cosas que no te gustan. No quiero llegar a viejo y pensar que quizá en el futuro vean a este momento como uno de los mejores de nuestra historia (espero que no, que haya mejores todavía) y yo que me la pasé criticando. Antes de ser mala onda hay que mirar el presente de un modo más abarcativo. Y ya sé que cada uno juzga la realidad de acuerdo al contexto en el que vive. Pero habría que ser un poco menos quejoso y entender que los procesos históricos son muchos más lentos que una conexión 3 mega de internet. 

FRASES NO TAN CELEBRES (24)



"¿Qué fue primero, la música o la tristeza? ¿Escucho música pop porque me siento triste o estoy triste porque escucho música pop?"

Nick Hornby - Alta Fidelidad

LA PREGUNTA DE LA SEMANA (7)

¿Existe la marca PELOPINCHO todavía? ¿O a esta altura es sólo una palabra que los argentinos usamos para referirnos a cualquier pileta de lona que se instale en un patio?

SPINETTA FRENTE A LA HIPOCRESÍA DE LA REVISTA CARAS

No sabía nada. En serio. No miro mucho esas revistas. Por ahí de casualidad si estoy esperando el tren y me doy una vuelta por el puesto de diarios que suele haber en cada andén. La cosa es que no sabía que la revista CARAS había publicado fotos de Luis Alberto Spinetta luego de que se conociera el asunto del cáncer de pulmón. Fotos que fueron tomadas por un paparazzi que lo esperó escondido cerca de su casa hasta que el flaco salió a dar una vuelta. No sabía lo del titular en la tapa de la revista, ese de VALIENTE LUCHA DEL FLACO SPINETTA POR SU SALUD. Feísima la foto en la que el flaco se da cuenta del fotógrafo y lo increpa para que la corte con los flashes. Después está lo otro. La carta de Pergolini repudiando a Fontevechia, el director de editorial Perfil. Los repudios de muchos famosos vía twitter. Las críticas a Pergolini por el asunto de la poca autoridad moral que tiene para este tipo de cosas…

Más allá de quien haya repudiado lo que es por demás repudiable, es feo ver cuando este tipo de medios, que nada tienen que ver con la legendaria figura del flaco Spinetta, intenta acercarse a la orilla para deglutir tragedias. El flaco está enfermo, sí, y se maneja mediante comunicados de prensa. Eso debería bastarnos. ¿Para qué las fotos si ya lo conocemos? ¿Para qué las fotos si todo lo que queremos es que pueda sanar? Y después son  los primeros en salir a decir que en este país no hay libertad de prensa. La libertad de prensa existe y tiene contraindicaciones. A veces están a la vista y nos duelen. No hay nada más miserable que ver como se usa la libertad de acción para nutrirse de las miserias y tragedias de los otros.  Es difícil. 

Y no está mal que Pergolini haya tirado la primera piedra. Si pecaste y te apedrearon, tenés derecho a apedrear cuando pecan otros. ¿Qué importa si el que tira la primera piedra, más allá de no ser un ejemplo de ética periodística, tiene razón? Desde aquí mi repudio a la revista CARAS y esa actitud tan miserable para con uno de los mayores íconos culturales de nuestro país. Las pirañas tienen que saber que el Flaco no se va a morir. Y que los que lo queremos y admiramos y nos interesamos por él no queremos ver fotos de paparazis  de mierda, al contrario, queremos que esté tranquilo, en su casa, rodeado de su seres queridos, curándose. No queremos acosarlo ni estar desesperados. Sólo queremos que Luis Alberto Spinetta pueda salir a caminar por la calle tranquilo, como cualquiera de nosotros y aplaudirlo e idolatrarlo cada vez que suba a un escenario. Quédate tranquilo flaco, ya nos advertiste hace mucho tiempo de estos “encapuchados de un mundo viejo”.  Que te mejores. TKM.