LA LEY SOPA Y LA MADRE QUE LOS PARIÓ

Hace no mucho tiempo conversaba con un amigo acerca de esto de descargar música compulsivamente. En mi opinión bajar discos de esa manera ya no tenía mucho sentido dado que uno jamás llega a escuchar todo lo que baja ni tiene el tiempo suficiente para hacerlo. Mi amigo estaba de acuerdo con este punto de vista pero también me dijo que hay que bajar y guardar porque algún día se iba a acabar la fiesta. Es en lo primero que pensé cuando me enteré de la famosa ley SOPA y del tan mediático cierre de Megaupload.  ¿Se viene el final de la internet tal cual la conocemos? Puede que sí. Pero remontémonos un par de décadas atrás…

Para escuchar la canción que te gustaba tenías dos opciones directas: comprar el disco o esperar a que la pasen por la radio, o a lo sumo, esperar a que alguien comprara el disco y tuviera la amabilidad de prestártelo.  

Después llegaron los grabadores con radio.

Es decir, también podías comprar el casete o grabarla de la radio.

Después llegaron los minicomponentes doble casetera con copiado rápido, lo cual expandió el imperio de TDK por sobre todas las otras marcas de cintas vírgenes.

Al poco tiempo aparecieron los denominados “centros musicales”. Bandeja giradiscos, doble casetera y radio. Podías grabar tanto de discos, como casetes o de la radio misma, y además con un mejor sonido.

Observemos como de a poco te estaban dando la posibilidad de comprar cada vez menos copias originales. Pensemos que en Argentina el simple 45 rpm con la canción LA BALSA en el año 1967 vendió ¡¡¡1.000.000 de copias!!!

Después llegaron los CDs y borraron del mapa a los vinilos y a los casetes, aunque a estos les dieron un poco más de tiempo. El casete grabado de CD garpaba bastante. Además la diferencia de costo entre un casete y un CD original era irrelevante. Chau casete.

 Y entonces aparecieron internet, y las grabadoras de CD para PC, y por fin los MP3 y ya nada volvió a ser igual.

Napster, E-mule, Ares…

Antes te comprabas un casete y a lo sumo se lo podías pasar a 10 personas. Ahora te comprás un CD, lo convertís a MP3 y lo compartís con todo el planeta al mismo tiempo que todo el planeta comparte música con vos.

Maravilloso!!!

Y además se abarataron los costos de internet, las PC y las grabadoras de CD. (Más armas para la revolución)

En la Argentina post 2001 un CD virgen costaba $1, una copia pirata de un álbum $5 y un CD original $35. ¿Ni hay que pensarlo no? Decir que Steve Jobs creó la tienda I-Tunes porque sino…

Pasa que grabar un disco no es moco de pavo.  Hay todo un laburo de composición, producción, grabación, masterización, diseño de tapa, etc… meses y a veces años de arduo trabajo.  Y quizá para que la gente lo baje sin costo alguno y lo escuche una vez y se ponga a escuchar otra cosa que bajó también sin costo.

Es lógico que un artista quiera percibir dinero por su trabajo. Pero muchas veces los sellos discográficos estafaban a los artistas mediante contratos leoninos. Está bien, los tipos ponen la plata para que el Disco se grabe y se distribuya, son inversores, pero a no ser que toques en U2 o seas parte de Metallica, no es mucho lo que entrará en tu bolsillo por regalías.

Hoy todo eso es peor porque los CDs originales se venden cada vez menos y casi no quedan lugares donde comprarlos. Cerró Tower Records y a Musimundo se lo fagocitó Megatone. Pero la cosa es que nos dieron las herramientas  y nosotros dinamitamos los cimientos. Algo así como la navaja al mono. Es como con muchas cosas. Se liberan los molinetes y la gente se desespera porque entiende que en algún momento se va acabar.  Y ahora que nos acostumbramos mal puede que el SOPA nos corte los víveres.  Se supone que no voy a poder compartir música con nadie. Puede que volvamos a fojas cero hasta que alguien invente algo para burlar la vigilancia y todo empiece de nuevo. Incluso con la ley SOPA me da la sensación de que por más que protestemos al final la van a imponer. Quizá consigamos que sea un poco menos drástica pero la verdad es que cuando estos tipos quieren imponer algo cuesta mucho pararlos. Es más, imaginando el mapa puede que nos cueste mucho al principio pero al final uno se acostumbra a todo. Mientras tanto, millones de personas en el mundo siguen armando su cueva de Alí Babá en una PC o en un rígido portátil o en cartucheras con cientos de CDs y DVDs. Una cueva con música, libros y películas. Una cueva de arte. A bajar y guardar bien. Ya lo decía mi bisabuela: “aprovechá que no te verás en otra”.  A veces me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera tanta diferencia económica entre un CD original y una copia…

 Pero la historia vuela…

Hace unas horas se conoció la noticia de que el creador de la Ley SOPA, Lanar Smith, retiró la iniciativa del congreso de los Estados Unidos hasta que se llegue a un acuerdo.

¿Cómo se llamaba aquella canción de Faith No More?

Ah…  Sí… “Una pequeña victoria”…

les dejo un enlace a un video para que vean de qué se trata.


LEY SOPA