No es fácil postear en un blog con un hijo de un año y medio dando vueltas alrededor de la computadora desesperado por apretar las teclas, hacer click con el mouse o meter el dedo en el botón de reseteo de la CPU. Hay que esperar a que duerma la siesta o que se quede con su madre en algún otro sector de la casa. El tema es que cuando el querubín se duerme lo más probable sea que haya que elegir entre ordenar el caos de juguetes, sentarse frente a la computadora o simplemente hacerse un café y mirar televisión. Pero si uno elige dedicarse al ocio, en realidad no termina de relajarse, porque esa clase de ocio es como ponerse a tocar el piano en una casa bombardeada. Mas que un momento de placer es un momento de escapismo barato. Siempre pienso en esa canción de Cerati que dice “Ya limpiaste la casa, ya limpiaste tu cuerpo, ahora tienes el tiempo”. Y pienso en toda esa llanura temporal abriéndose ante nuestra ínfima humanidad como una hoja romaní y uno adentrándose en ella ávido de experimentación con la tranquilidad de que habrá un mundo ordenado al cual poder volver a recostarse luego de haberse sometido a los vaivenes de la creación. Todo bien, pero ¿qué es tener tiempo libre? Cuando no se dispone de tiempo lo más loco es que uno se acostumbra a eso y hasta le parece normal. La expresión "tiempo libre" incluso parece más un jeroglifico que otra cosa. Pero a veces ocurren accidentes. Y entonces, así porque sí, como si hubiera alguna especie de alineación astrológica irrepetible, hay un chasquido y ahí estás, solitario y diminuto ante una cantidad considerable de lo que se conoce como "tiempo libre". Y te sentís tan pequeño ante eso, tan hormiguita al lado de un sauce… Es que hay montones de cosas a medio hacer y uno que no sabe por donde corno empezar y pasa que el gran lapso de tiempo se convierte en caos y nos revoluciona. Porque en realidad no es mucho tiempo y porque además la velocidad que lleva a que las cosas se vayan acomodando solas o con algo de ayuda es como una marcha lenta por la avenida General Paz a las 8 de la mañana. Y pasa que el gran lapso de tiempo va languideciendo y no se avanzó gran cosa. Y ahí estoy. Acompañado por un libro de Dean Bakopoulos que se llama POR FAVOR NO REGRESES DE LA LUNA y la edición especial de la revista ROLLING STONE con lo mejor de la década. Todo arriba de la mesa de luz. Y mi hijo me trae una pelota de goma y me invita a entrar en un mundo llamado QUE BUENO SE VE TODO DESDE ACÁ ABAJO y jugamos y corremos al ras del suelo. Y así, con algo tan simple, me voy ganando un lugar respetable en el arcón de sus mejores recuerdos.
IDEAS - CRITICAS DE BUENA LECHE - DELIRIOS Y OTRAS YERBAS NO TÓXICAS (TODO DENTRO DE UN MARCO LITERARIO)
Monday, April 26, 2010
TIEMPO LIBRE
No es fácil postear en un blog con un hijo de un año y medio dando vueltas alrededor de la computadora desesperado por apretar las teclas, hacer click con el mouse o meter el dedo en el botón de reseteo de la CPU. Hay que esperar a que duerma la siesta o que se quede con su madre en algún otro sector de la casa. El tema es que cuando el querubín se duerme lo más probable sea que haya que elegir entre ordenar el caos de juguetes, sentarse frente a la computadora o simplemente hacerse un café y mirar televisión. Pero si uno elige dedicarse al ocio, en realidad no termina de relajarse, porque esa clase de ocio es como ponerse a tocar el piano en una casa bombardeada. Mas que un momento de placer es un momento de escapismo barato. Siempre pienso en esa canción de Cerati que dice “Ya limpiaste la casa, ya limpiaste tu cuerpo, ahora tienes el tiempo”. Y pienso en toda esa llanura temporal abriéndose ante nuestra ínfima humanidad como una hoja romaní y uno adentrándose en ella ávido de experimentación con la tranquilidad de que habrá un mundo ordenado al cual poder volver a recostarse luego de haberse sometido a los vaivenes de la creación. Todo bien, pero ¿qué es tener tiempo libre? Cuando no se dispone de tiempo lo más loco es que uno se acostumbra a eso y hasta le parece normal. La expresión "tiempo libre" incluso parece más un jeroglifico que otra cosa. Pero a veces ocurren accidentes. Y entonces, así porque sí, como si hubiera alguna especie de alineación astrológica irrepetible, hay un chasquido y ahí estás, solitario y diminuto ante una cantidad considerable de lo que se conoce como "tiempo libre". Y te sentís tan pequeño ante eso, tan hormiguita al lado de un sauce… Es que hay montones de cosas a medio hacer y uno que no sabe por donde corno empezar y pasa que el gran lapso de tiempo se convierte en caos y nos revoluciona. Porque en realidad no es mucho tiempo y porque además la velocidad que lleva a que las cosas se vayan acomodando solas o con algo de ayuda es como una marcha lenta por la avenida General Paz a las 8 de la mañana. Y pasa que el gran lapso de tiempo va languideciendo y no se avanzó gran cosa. Y ahí estoy. Acompañado por un libro de Dean Bakopoulos que se llama POR FAVOR NO REGRESES DE LA LUNA y la edición especial de la revista ROLLING STONE con lo mejor de la década. Todo arriba de la mesa de luz. Y mi hijo me trae una pelota de goma y me invita a entrar en un mundo llamado QUE BUENO SE VE TODO DESDE ACÁ ABAJO y jugamos y corremos al ras del suelo. Y así, con algo tan simple, me voy ganando un lugar respetable en el arcón de sus mejores recuerdos.
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VIDA COTIDIANA
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