Hace días que no posteo nada. ¿Vagancia? Quizá, pero en verdad hace unos cuantos días que vengo a los tumbos con cosas personales y medio que el tiempo libre (cuando lo tengo) lo uso para otras cosas un tanto más productivas que esto. Y encima ya se termina noviembre y viene fin de año otra vez (sí, otra vez). El número 2011 empezará a estar escrito por todos lados, como si fuera una estrella de rock que llega a nuestras vidas el 31 de diciembre a la medianoche. Sí, ya empezamos, por lo pronto hay que armar el arbolito dentro de poco. ¿Dónde lo pasamos? ¿con quién? ¿Qué vamos a comer? "Los errores no se eligen, para bien o para mal" canta Coti rodeado de Julieta Venegas y Paulina Rubio. Después brindan con Tequila mientras el público aplaude. Ocurre justo en mi TV. Mi hijo mira y yo tengo sueño. Uno extraña ciertas cosas cuando es padre. Dormir, por ejemplo, o tener tiempo. O mirar una película un sábado a la noche. En fin, lo que se extraña es el ocio, ese mismo que en cierto momento nos harta porque pareciera que la vida se basa en la distracción y no en avanzar paso a paso. Lo que disfruto bastante en estos días es el hecho de leer libros digitales en una tableta Android. Es genial. Ayer terminé de leer CAIN de JOSÉ SARAMAGO. Un libro grandioso, ideal para ateos como yo, y también para ciertos creyentes que todo lo discuten. Ahora voy a ver que sigo leyendo. Es parte del ocio.
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