LA PREVIA

Ayer llegué de Mina Clavero, lugar donde pasé unas lindas vacaciones con mi familia, y lo más interesante, la primera vez que lo hago siendo padre. Más allá de eso, lo que me interesa contar es lo de las angustias pre-vacaciones. Es decir, el hecho de que cuando uno hace un viaje en busca de placer y descanso, también se somete a ciertos riesgos. El principal es la preocupación por la integridad del hogar, el temor de que al llegar te encuentres con la sorpresa desagradable de que entraron a robar a tu casa. Es una mierda, pero en Buenos Aires es así. Y a causa de eso uno se hace ciertos planteos: ¿estaré haciendo bien? ¿No me estoy arriesgando al pedo? Pero después está lo otro: no le desvalijan la casa a todos los que se van de vacaciones, de la misma manera en que no todos los que van a la costa por la ruta 2 tienen un accidente automovilístico. Además, para que eso te pase no hace falta irte de vacaciones, basta que te ausentes un rato. Pasa que uno concluye en que cuanto más tiempo queda la casa sola, más probabilidades hay de que ocurra. Es bastante choto hacerse esos planteos, pero supongo que a la mayoría de los que están en una situación parecida les pasa lo mismo. Al final, es como que uno se expone al riesgo y lo hace, porque sino no se puede hacer nada, lo que se dice, no se puede vivir. El placer en cierta manera está ligado al riesgo. Es así, no hay otra. Después están los otros miedos, el miedo a que te pase algo feo en la ruta, o que se te rompa el auto en el medio de la nada, o que te pase algo feo en el mismo lugar al que fuiste a olvidarte de todo. Pero también entendés que no a todos los que se van de vacaciones les pasan cosas feas, y si los hay, son una proporción más bien pequeña, ¿por qué te tiene que tocar justo a vos? Aunque también te podés preguntar ¿Y si me toca? Puede ser, por qué no, aunque lo mejor es tomar todas las precauciones necesarias. Al menos para no sentir que si algo te pasa es por tu culpa. En fin, tal vez sea medio choto lo que estoy diciendo, pero pensar en estas cosas es una manera de aceptar que uno es responsable de sus actos y de sus consecuencias, en este caso salió todo bien, pero hay casos en los que pasa lo contrario. Lo feo es tener miedo de que te vacíen la casa, y eso es más bien un tema social, el hecho de sentirte desprotegido, a merced de que en un segundo aparezca un loco de mierda y te cague la vida para siempre, o a lo sumo por un tiempo. Es la contra de vivir en grandes ciudades. Fue muy lindo dormir en un lugar en donde las ventanas no tienen rejas…