Bueno, ya pasó. Listo, ya tocamos, nos sacamos las ganas de arrancar de nuevo de una vez por todas. Puntapié inicial. Otra vez en la ruta. Otra vez…
El domingo pasado MADREAVENOCHE se presentó en el prestigioso escenario de MISTER JONES en la ciudad de Ramos Mejía. Cabe decir que desde que se rearmó este proyecto (¿o concepto?) es el único lugar en el cual tocamos. Domingo feo y gris. Domingo húmedo. 22 grados de temperatura ambiente en pleno invierno. Así es Buenos Aires, así de sorprendente. Y el lugar se llenó de gente dispuesta a escucharnos. Gente que iba por primera vez y la gente fiel que nunca falta. Che, avisá cuando toquen, dale. Subimos al escenario y nos deshidratamos bajo las luces. Entregamos todo lo que teníamos para dar. No quedó nada en el tintero. Con final apoteósico incluido.
Y si te lo perdiste en realidad no te lo perdiste. Hay fotos y videos en you tube, hoy todo se filma y se atesora aunque sea de manera imperfecta. Nunca es lo mismo que presenciar, pero al menos da una idea de lo que fue. O de lo que no fue y podría haber sido.
Quedaron mensajes sueltos y ganas de más. Pulsión Rockera. Chirridos. Acoples. Muy buena onda tanto abajo como arriba el escenario. Faltaba poquito para que empezara a llover. Después de la lluvia vendría el frío pero ya era madrugada del lunes. Lo cierto es que durante una hora Mister Jones dejó el blues un poco de lado y se plegó a nuestra propuesta.
Ahí está MADREAVENOCHE, con su nombre estrambótico, ese mismo que arranca caras de sorpresa ante la respuesta a la típica pregunta ¿cómo se llama la banda? Sí mejor, leer y no preguntar, mejor leer y no pronunciar, mejor escuchar y abrir la cabeza. Ahí estamos de nuevo, aceitando la maquinaria.
Gracias a todos los que estuvieron. Nos vemos en Agosto. Esta vez ne la ciudad de Ituzaingó. Porque esto es como dice la canción de Catupecu: el camino nunca duerme.
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