Tuesday, December 22, 2009

DIN DON DAN


Para muchos la Navidad es todo un tema, y más que nada complicado. Porque por momentos pareciera que es una especie de tester que mide el grado de unión que tiene esa familia. Es decir, hay que juntarse porque eso dice la tradición. Entonces medio que a partir de mediados de noviembre hay que evitar discutir porque vienen las fiestas y... O sino la otra: sí, la verdad que mucho no me los banco pero bueno, qué vengan, qué les vas a hacer. Y así muchos casos, es como que te sentís obligado a brindar con personas con las que durante el año no te llevaste muy bien, es decir, es la familia y hay que juntarse. Ok, podés elegir: no me junto con la familia y listo. Pero está el factor "Es lo que todos hacen" que a veces te condiciona bastante. Está bien, la Navidad simboliza un poco ese minuto de paz que tenemos que tener con el enemigo. Es bajar el fusil, dar un beso, buenos deseos y listo, mañana seguimos peleando. Y lo más loco es que es díficil escapar al espiritu navideño que se adueña de las calles; aceras que en los días previos se llenan de gente con regalitos en la mano, y los negocios con papá Noel en la vidriera (a veces está vivo y otras es un muñeco), y los anuncios en la tele y las radios y los chicos de la esquina tirando petardos. Y hay que tener huevos para aislarse de todo eso, porque encima hace calor y hay que tener las ventanas abiertas. La otra que te queda es ir a la cima del Everest y quedarte ahí, pero hay que admitir que es preferible soportar un poco y ya está. También es una cagada para los que durante el año o muy recientemente han sufrido una desgracia o han perdido a un ser querido. Porque ese tipo de cosas no actúan de acuerdo al calendario nuestro, suceden y punto, no les importa si es navidad, año nuevo o tu cumpleaños. En lo personal, como seguro le debe pasar a la mayoría, la navidad me encantaba cuando era chico, no sólo por los regalitos, sino porque me dejaban quedarme despierto hasta la madrugada, y porque se armaba el baile y después la ensalada de fruta y los cassetes de cuentos. Era lindo eso, pero el tiempo se lleva esas cosas a otra parte y de repente uno se encuentra extrañando ser niño. Aunque ya de adulto debería preguntarme qué clase de navidad quiero que tenga mi hijo, porque más que nada me interesa poblar su niñez de buenos recuerdos, esos lugares hermosos en los que ya de grandes nos refugiamos cada vez que nos aqueja un desencanto. Pero si miramos bien, la navidad son sólo cinco minutos, mejor tomar aire y respirar despacio. Mejor eso. Así y todo, por momentos envidio a esas familias grandes que todavía se juntan y la siguen pasando bien, esas familias especiales en donde el tiempo, en ese tipo de cosas, parece no pasar nunca. Pero es una envidia sana, nada más. Así que bueno gente, vayan mis mejores deseos para esta Navidad y pasenla bien dondequiera que vayan, dondequiera que estén.



2 comments:

Anonymous said...

Me gusto Maxi ... muy bueno ... Felices fiestas loco ...

Cristhian (el cabezon)

Unknown said...

Gracias loco!!! Un placer verte por acá!!! Felices fiestas!!!

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