Arranca Agosto. Es lo que nos hace sentir el almanaque, un nuevo comienzo, un mes que arranca y todo eso. Pero uno levanta la persiana y nota que el cielo no está enterado de estas pequeñas divisiones del tiempo que hacemos los humanos, que cada 30 o 31 días necesitamos volver al primer día. Levanto la persiana y miro hacia arriba, ese lugar que debería estar celeste pero hoy está gris, y no sólo hoy, sino que hace rato. Ayer hubo un poco de sol pero no fue gran cosa, da la sensación de que las cenizas volcánicas siguen haciendo de las suyas. Entonces los días de sol no son días de sol, y a eso se le suman los días nublados. Y el ánimo es distinto. Porque no sólo es lunes sino que además está nublado. Y hace frío también. Y hay que levantar a los chicos para ir a la escuela, y hay que ir a trabajar y todo eso que hay que hacer desde tiempos muy remotos, cuando se supone que Adán probó la manzana. ¿Y por qué cada comienzo de mes o de vacaciones tendría que estar soleado? ¿Qué culpa tienen los cambios climáticos? ¿Qué tienen que ver ellos con nuestra necesidad de dividir el tiempo en habitaciones con 12 biombos? Pero somos personas y necesitamos resetear. Salir de casa pero también volver. Despertarnos pero también dormir. Relajarnos para después meternos en problemas. Y al tiempo no le importan esas cosas. Hoy es primero de agosto de 2011 en Buenos Aires y esta crónica idiota me dirá que necesitaba que haya sol pero la realidad es que está nublado y sin condiciones de despejar. Pienso en un taladro gigante haciendo un agujero en las nubes. El agujerito sin fin iluminando la cabeza de los chicos.
2 comments:
Abrí un ojo y no me sentí en Agosto.
Nunca mejor dicho "cielos ceniza".
Quiero una semana en algún lugar...
Que me despierten cuando sea septiembre.
ESO, ESO, A DORMIR!!!!
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