Monday, November 14, 2011

QUISIERA SABERLO



No me puedo concentrar en la lectura. A lo lejos se escucha una radio buena onda. Es a lo lejos pero no tanto. Antes de la radio me crucé con alguien y conversamos. Encima tengo poco tiempo. Está nublado. El cuerpo no se adapta a la presión atmosférica. Y no hay ganas de nada. Ni siquiera de lo que siempre tengo ganas. Todo muy raro.

No.

En realidad es normal.

Todo sube y baja. Crece y decae. Y a veces vuele a crecer. Es como caminar por las dunas. O subir al tobogán. O el ascensor mismo. El tema es que no es algo previsible. No sé como me voy a sentir mañana o pasado. Lo supongo, lo deseo y hasta me animo a programarlo. Pero la verdad es que no lo sé. Uno compra el ticket para un concierto 3 meses antes. Se supone que va a poder ir. O que va a hacer lo imposible para estar. Es más, lo compra porque los demás también lo compran y se pueden acabar. Si se agotan, llegado el día, si no podés ir lo podés vender. El asunto es que uno supone pero no sabe. Ayer me sentía bien. Pero no sabía que hoy me iba a sentir así. Y, salvo el clima, no hay ninguna razón que me haya afectado tanto como para esto. ¿Y si hubiera pronosticadores de estados de ánimo, como esos aparatos que predicen el clima? No hablo de videntes ni de sabiduría bucólica. Hablo de tecnología. Saber si en la fiesta del viernes voy a estar de buen humor o con cara de culo. Saber si voy a tener ganas. Sería idiota. Pero de última cada uno elegirá si quiere saberlo o no. Ah, sí, me olvidaba… la curiosidad. ¿Cómo no voy a querer saber el sexo del bebé? Está ahí, en la ecografía, ¿por qué no? Me gustaría haber sabido que hoy me sentiría así. Es una estupidez. Pero igual me hubiera gustado. El tema es que no puedo evitarlo. ¿A quién no le ocurre? Uno se pasa tanto tiempo tratando de evitar problemas que de vez en cuando necesita hacer una estupidez para sentirse más humano.

Levanto la vista.

Todo lo que veo a través del vidrio es una pared de ladrillos viejos pero bien cuidados.

Además llueve. Y en 5 minutos tengo que cruzar la calle. Y no sé cómo voy a sentirme cuando camine sobre el agua...


5 comments:

Marcela said...

Me gustó la idea de la máquina.
Lo que mata no es la humedad, es la incertidumbre.

Anonymous said...

Which came first? chicken or the egg

Unknown said...

I don't know! What do you think?

Unknown said...

la incertidumbre o la ansiedad?

Laura said...

A veces sí sabemos cómo nos vamos a sentir... basta tener esa entrada del recital en la mano para saber que ese día el entusiasmo vencerá a la incertidumbre...

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