La primera vez que la escuché fue cuando los U2 la tocaron en la gira ZOO TV del año 1993. Después vendría la desesperación por escuchar la versión original de Lou Reed, conseguir la traducción y, una vez que supe tocar algo de guitarra, cantarla. La versión de Bono y The Edge es muy intimista. Además, esa pantalla parpadeando, como dando a entender que de un momento a otro Lou Reed aparecería cual espíritu del más allá, crea un ambiente muy íntimo. por momentos parece una sesión de espiritismo en donde miles de encendedores se congregan para invocar a Lou, que seguramente estaba en su casa a miles de kilómetros de allí, haciendo quién sabe qué cosa. ´"El satélite se ha ido al cielo, esas cosas me vuelven loco, lo miré durante un rato, me gusta ver cosas en la tele..." A mí también, de eso no tengo dudas, aunque en noches como esta me gusta apagarla y mirar el cielo, un cielo donde un par de astronautas se encuentran reparando un telescopio espacial a casi 600 kilómetros del planeta. Un cielo infinito lleno de virtuales satélites de amor.
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